“Esta Liga no la ganaremos”. La frase es de Pep Guardiola la noche del 26 de febrero de 2012 cuando el Barça acababa de ganar (1-2) al Atlético de Madrid horas después de un escandaloso arbitraje de Fernández Borbalán en el Rayo-Real Madrid (1-2) tolerando la violencia merengue y dejando sin sancionar un penalti favorable al Rayo y las expulsión de Sergio Ramos por un codazo a Diego Costa dentro del área y de Pepe por un pisotón y un puñetazo al delantero rayista. Llovía sobre mojado en una Liga que tenía al Madrid como líder con 10 puntos de ventaja sobre el Barça. Las presiones de José Mourinho surtieron efecto aquella temporada con arbitrajes muy desfavorables hacia el Barcelona a diferencia de lo ocurrido con el Real Madrid, que acabó campeón.
Xavi Hernández, que sufrió aquella impunidad hacia el Madrid como jugador en tiempos de José María Enríquez Negreira como vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros, vino a parafrasear a Guardiola anteayer tras finalizar el Barça-Betis (2-4). El egarense, que ya se encontraba en el vestuario del Benito Villamarín cuando empezó la sucesión de acontecimientos en el Santiago Bernabéu corriendo como la pólvora los comentarios entre jugadores y técnicos culés antes de derrotar brillantemente al Betis, no se mordió la lengua. El técnico barcelonista enumeró algunos de los agravios padecidos por el Barça en lo que va de temporada. E incluso se dejó alguno más.
El vigente campeón anda siete puntos por debajo del Real Madrid tras empezar la segunda vuelta con un escándalo en el Santiago Bernabéu que permitió ganar a los blancos contra el colista Almería. Hernández Maeso y Hernández Hernández (VAR) participaron activamente en la remontada merengue sin la cual la clasificación estaría hoy más apretada con cuatro o cinco puntos de desventaja respecto a los blancos a falta aún de 18 partidos por disputarse. Ahora bien, sin los otros fallos arbitrales de la campaña, la situación aún podría ser mucho más diferente para ambos equipos.
Xavi fue claro: “Va a ser muy difícil ganar esta Liga. Ya lo dije en Getafe. Vi cosas que no me cuadraban. Me acuerdo del penalti de Getafe, el clamoroso a Raphinha en Vallecas y el gol de Joao Félix anulado en Granada. Ya llevaríamos seis puntos más. No son excusas, son realidades”. Todo empezó en la primera jornada con César Soto Grado en Getafe (0-0). El riojano no sancionó un penalti de Iglesias a Araujo en el 101’ y cuando Iglesias Villanueva le instó desde el VAR a verlo en el monitor llegó la sorpresa al ver cómo pitaba manos de Gavi cuando las imágenes evidenciaron que eran involuntarias al llegar el balón de un rebote. Xavi ya había visto la roja en el 70’. “Este producto Liga es una vergüenza absoluta”, destacó tras el empate en el Coliseum.
Otro capítulo se vivió un mes y medio después en Granada con Soto Grado en el césped y Del Cerro Grande en el VAR. Joao Félix marcó el gol que habría supuesto el 2-3 en el 93’ a centro de Cancelo pero se anuló el gol al entender que Ferran Torres, al menos 10 metros más a la derecha, interfería estando en fuera de juego. “¿A quién interfiere Ferran? Nos ha salido otra vez cruz”, aseguró Xavi. Dos puntos más que volaron.
El entrenador barcelonista se olvidó el domingo en su listado del penalti que Gil Manzano escamoteó al Barça en el Clásico ante el Real Madrid. En el añadido del primer tiempo, Tchouaméni agarró con las dos manos a Araujo. Ni Gil Manzano ni Cuadra Fernández en el VAR dijeron algo. El Barça ganaba por 1-0, podía haber metido el 2-0 pero acabó perdiendo (1-2). Y la puntilla llegó en Vallecas en noviembre cuando los azulgrana empataron (1-1) sin que Munuera Montero y Jaime Latre (VAR) vieran nada en dos penaltis claros: un empujón con llave de judo de Lejeune a Lewandowski y una patada de Espino a Raphinha en el 93’. En total, pues de siete a nueve puntos menos para el Barça si el Clásico se hubiera encarrilado con la pena máxima a Araujo no pitada para elevar el 2-0 al marcador a añadir a lo que se llevó el Madrid ante el Almería el domingo.