Redacción Deportes (EE.UU.), 10 abr (EFE).- Los Denver Nuggets dependen de sí mismos para acabar la temporada como primeros de la Conferencia Oeste de la NBA, gracias a su importantísima victoria de este miércoles por 116-107 sobre los Minnesota Timberwolves y de la mano de un inmenso Nikola Jokic.
Nuggets y Wolves, empatados en lo más alto del Oeste, se medían en un duelo con enormes repercusiones para la postemporada y el enfrentamiento en Denver no decepcionó para nada, tuvo emoción hasta el último cuarto y los dos equipos mostraron un nivel excelente.
Al final, Jokic fue el factor desequilibrante con un recital de 41 puntos (impresionante 16 de 20 en tiros de campo), 11 rebotes, 7 asistencias y 3 robos.
Los vigentes campeones de la NBA, que acarician su segunda campaña consecutiva como primeros del Oeste, también contaron con 20 puntos y 6 asistencias de Jamal Murray y 18 puntos y 8 rebotes de Michael Porter Jr. La defensa fue asunto de Peyton Watson con 6 tapones.
No fue un paseo para los Nuggets, que sufrieron por momentos y que solo pudieron despegarse en el marcador con un incendiario parcial de 22-7 en el ecuador del último cuarto.
Por su parte, los Wolves, que esperan recuperar esta semana al lesionado Karl-Anthony Towns, vendieron muy cara su derrota y tuvieron como referentes a Anthony Edwards (25 puntos), Mike Conley (19 puntos) y Rudy Gobert (13 puntos y 15 rebotes).
Los Nuggets presentan un balance de 56-24 mientras que los Wolves son ahora segundos con un registro de 55-25 aunque, en caso de acabar igualados con Denver, tienen los criterios de desempate a su favor. Tampoco se pueden descuidar ya que los Oklahoma City Thunder son terceros también con 55-25
Con solo dos partidos por delante, los Nuggets tienen un calendario más favorable aunque sus dos restantes citas serán a domicilio: el viernes en San Antonio ante los Spurs y el domingo en Memphis contra los Grizzlies (ambos equipos están eliminados desde hace tiempo de la postemporada).