En el mágico Mbombela Stadium, de Nelspruit, los Pumas perdieron este sábado con los Springboks por la última fecha del Rugby Championship, el tradicional torneo que enfrenta a los cuatro poderosos del hemisferio Sur. El conjunto local se impuso por 48 a 7 ante unas 40.000 personas, una auténtica caldera. Y se quedó con el título.
En la tradicional competencia, que además tiene como protagonistas a Australia y Nueva Zelanda, los Pumas quedaron terceros, a cinco puntos del campeón Sudáfrica. El equipo argentino, superado de principio a fin (15 contra 15, 15 contra 13 en el tramo final) debían vencer a los locales. Pero, además, debían hacerlo por al menos tres tries de diferencia y con al menos ocho puntos de ventaja en el tanteador. De lo contrario, los Springboks serían los campeones. No hizo falta llegar a esos instantes. No hubo suspenso.
El primer tiempo fue durísimo. Los sudafricanos marcaron los tiempos del partido en casi todo momento. Hasta que los Pumas encontraron un hueco y crearon un show de destrezas a todo ritmo, que acabó con un try que enmudeció el estadio. Fue una sorpresa matizada de excelentes intenciones colectivas.
Se trató de una muy buena jugada de los Pumas, que derivó en una corrida bárbara de Tomás Albornoz para anotar un try y luego, el propio jugador mostró su clase para la conversión. El pase de Santiago Grondona había sido de colección. En ese momento, el desarrollo estaba 14-7 para el elenco local.
De todos modos, el desempeño de los Pumas en el actual Rugby Championship 2024 ya es el mejor de la historia desde 2012, año en que el seleccionado argentino comenzó a competir contra las tres potencias del hemisferio sur en ese certamen. Terminó último en 2012, 2013, 2014, 2016, 2017, 2018, 2019, 2021 y 2022; fue tercero en 2015 con una victoria ante Sudáfrica.
En 2020 quedó como escolta de los All Blacks en un torneo que no tuvo a los Springboks por la pandemia de Covid 19, y el año pasado terminó tercero al superar a Australia en Sidney y, como en esta ocasión, llegar a la última jornada contra Sudáfrica con una posibilidad mínima de ser campeón, aunque cedió 22-21.
En un arranque electrizante y luego de insistir con fiereza cerca del ingoal de los Pumas, los Springboks lograron quebrar a la defensa argentina que habían arrinconado y Aphelele Fassi apoyó abajo de los palos. Enseguida, la conversión cómoda de Libbok. Ganaba Sudáfrica 7-0. Al rato, el bicampeón del mundo no le dio tregua a los Pumas y anotó su segundo try, en otra acción avasallante: saltando entre los jugadores argentinos, lo resolvió Du Toit. Y, pese a la dificultad, la conversión de Libbok llevó el duelo a 14-0 para los locales.
El primer tiempo fue duro y con múltiples infracciones. Interrumpido, trabado. Ingresó Lucio Cinti en los Pumas por Santiago Chocobares, que recibió un duro golpe en una rodilla. Un rival se resbaló, cayó sobre él y le generó una torcedura peligrosa. Un rato después y luego de 12 partidos, los Pumas sufrieron una amarilla. Mateo Carreras recibió la amonestación por una acción peligrosa ante Fassi y quedó con uno menos provisoriamente. Un momento delicado del juego para el seleccionado argentino.
Sudáfrica lo aprovechó muy bien, con otro try. Cheslin Kolbe apoyó un gran try eludiendo a varios jugadores de los Pumas. El primer tiempo acabó 27-7, con heridos y reemplazados en el equipo argentino, totalmente golpeado. Entre otros tropiezos, lo más doloroso resultó la jugada fortuita dejó sin partido a Santiago Chocobares, lo más valioso del equipo nacional. Una durísima baja para el seleccionado, que debió salir con todo en el segundo tiempo, con la lógica de dejar espacios que los campeones mundiales iban a aprovechar muy bien.
De todos modos, el desarrollo siguió siendo complejo, errático y hasta parejo de a ratos. Hubo, también, otra sanción en los Pumas. Pablo Matera se lanzó en la “limpieza” en un avance de los Pumas y terminó golpeando peligrosamente a un rival en la cabeza. Tras la revisión de los jueces y la advertencia al árbitro principal, el argentino vio la amarilla y debió salir. Luego de la revisión, se tomó la decisión de expulsarlo. Y el elenco argentino terminó el encuentro con un jugador menos.
El equipo argentino aguantó en el tramo final. Con alma y vida, con un jugador menos (luego, con dos) y siendo superado en casi todas las facetas del juego. Un show de tries de los sudafricanos acabó con todo tipo de ilusión. Desde el arranque, la diferencia fue abrumadora. Y en el final, en desventaja física, numérica y mental, la goleada se consumó fácilmente.
Sobre el cierre, los Pumas estuvieron cerca de descontar pero perdieron la pelota casi debajo de los palos, luego de varios intentos. El partido terminó con mucho nervio, entre algunos encontronazos y empujones antes de que el árbitro decretara el final. Golearon los Springboks por 48-7 y se quedaron con el título del Rugby Championship.