el traspié como local ante los suplentes del Millonario desató una ola de cuestionamientos sin precedentes en sus cinco años de trayectoria dirigencial.
El propio presidente de la Nación, Javier Milei, y el exmandatario argentino y del Xeneize, Mauricio Macri, cargaron duramente contra la figura del tigrense, cuyo nivel de aceptación decayó bruscamente en los últimos meses. Aunque no hubo insultos ni cánticos ofensivos hacia él, el descontento de los hinchas se hizo sentir fuertemente en las redes sociales y en entrevistas callejeras en los instantes posteriores al clásico.
Este domingo, para colmo, Riquelme tomó una nueva medida “antipopular”: respaldar a Diego Martínez en el cargo pese a que el propio entrenador puso virtualmente su renuncia a disposición. Martínez fue elegido por Román y el presidente prefirió no cesantearlo a pesar del pedido de los hinchas. Riquelme se mostró muy disconforme con el nivel del equipo, pero decidió dejar que la marea baje para luego analizar otras opciones. Tras el clásico, las cámaras de la TV capturaron su inusual fastidio con el rendimiento del Xeneize, gesticulando ampulosamente ante la sumisa mirada de Martín Andrizzi, Nahuel Fioretto y otros técnicos de Inferiores que observaron el partido desde el palco. Riquelme ni siquiera bajó al vestuario a conversar con los jugadores.
Los cuestionamientos a Román no son nuevos, pero sí más recurrentes. La elección de entrenadores sin espalda (Sebastián Battaglia, Hugo Ibarra, Diego Martínez) y la política de refuerzos (en su mayoría apuestas o jugadores sin pergaminos) son los principales motivos del enojo de los hinchas. Ante River hubo un solo refuerzo en la cancha: Ignacio Miramón. En el último año Boca embolsó cifras estrafalarias por las salidas de Valentín Barco al Brighton, Mateo Retegui al Genoa, Aaron Anselmino al Chelsea, Ezequiel Fernández al Al Qadsiah y Luca Langoni al New England Revolution de la MLS. Y para afrontar el segundo semestre contrató a Gary Medel, Brian Aguirre (ambos lesionados), Miramón (salió en el entretiempo), Milton Giménez, Juan Barinaga (ingresaron en el complemento), Tomás Belmonte y Agustín Martegani, que ni siquiera sumaron minutos.
La defensa a ultranza del Consejo de Fútbol es otro de los temas que erosionaron la figura del 10. En especial, luego de que el mismo Consejo enviara una hora tarde la lista de buena fe de la Copa Sudamericana y Boca se quedara prácticamente sin variantes de cara al repechaje ante Independiente del Valle. Además, Jorge Bermúdez, Marcelo Delgado y Raúl Cascini están imputados por encubrimiento y falso testimonio en la causa por abuso sexual del exentrenador del equipo femenino, Jorge Martínez, contra una empleada del club.
Además, a la crisis futbolísticas del equipo se suman una serie de irregularidades y promesas incumplidas que volvieron a inundar las redes en medio de la bronca por la derrota en el clásico: el destrato a los socios vitalicios (muchos quedaron sin poder ingresar al estadio); la falta de un proyecto serio con respecto a la ampliación y remodelación de la Bombonera; y el ingreso de cientos de turistas y famosos a la Bombonera sin cumplir ni un solo requisito de los que sí se les exige a los socios. Un problema de larga data que derivó también en una causa judicial que investiga la posible reventa de entradas con la complicidad de Cristian Riquelme (hermano del 10) y al secretario del club, Ricardo Rosica. El colmo fue la presencia del expresidente de Independiente, Andrés Ducatenzeiler, en el paraavalanchas principal de la barra brava de Boca, invitado por el propio Rafael Di Zeo. Situaciones que se repiten fecha a fecha agravadas por el clima caliente que se vivió en la Bombonera.
“Me duele, no puedo creer en lo que han transformado a Boca. Y esta situación va mucho más allá de lo que pasa dentro de la cancha”, escribió Mauricio Macri en sus redes junto a un video publicado por el excandidato a presidente por la oposición, Andrés Ibarra que incluye además el testimonio de algunos hinchas. Tras el partido, varios socios denunciaron no poder elevar la voz contra Riquelme ni contra los jugadores sin sentirse amedrentados por otros “hinchas”. Referentes como Sergio Romero, Marcos Rojo y Pol Fernández, todos alabados y apañados por Román, fueron los más reprobados tras la caída contra River.