Todo queda en casa. LeBron James, de 39 años, y su hijo Bronny, de 20, han hecho historia después de convertirse en el primer dúo padre-hijo en compartir cancha en un partido de la NBA durante el partido inaugural de la temporada de los Lakers contra los Minnesota Timberwolves.
Quedaban tan solo cuatro minutos para el final de la primera parte —los Lakers iban por delante en el marcador (51-35)— cuando la gran estrella del basket y su hijo saltaron a la pista provocando un rugido de emoción que hizo vibrar el Crypto.com Arena y especialmente a la familia James, la mujer y madre de los protagonistas Savannah James y sus otros dos hijos Bryce Maximus, quien nacido en 2007 y su hija Zhuri Nova, quien nació en 2014.
LeBron, quien se disputa el trono de mejor jugador del mundo con Michael Jordan, siempre ha manifestado su gran deseo de jugar con su primogénito. De hecho, hace apenas unos años, cuando Bronny todavía jugaba al baloncesto en Sierra Canyon HS, LBJ dijo que compartir cancha con su hijo sería un sueño hecho realidad. "Necesito estar en la cancha con mi chico", dijo LeBron en ese momento. "Tengo que estar en la cancha con Bronny".
Y este deseo, por fin, se ha acabado materializando, convirtiendo a la estrella del baloncesto en el jugador más feliz sobre una pista de juego. "La familia siempre ha sido lo más importante", dijo LeBron junto a Bronny después del partido. "Me perdí muchas cosas de mi hijo por esta liga. De su vida, de cosas importantes. Tener este momento junto a él es uno de los mejores regalos que he recibido del de arriba y lo voy a aprovechar al máximo" añadía.