Los Dolphins consiguieron el pasado domingo un dramático triunfo 15-10, pero a falta de un minuto estuvieron a punto de perder cuando el wide receiver de los Patriots Ja’Lynn Polk anotó un touchdown que le daba la vuelta al marcador y prácticamente sentenciaba la victoria de New England.
Por suerte para Miami esa anotación fue revertida en la revisión de la jugada después de haber sido cantada, al comprobar que el novato tras tocar con la punta del pie el campo pisó fuera y los Dolphins se llevaron su segundo triunfo de la temporada.
Si bien la victoria es lo que importa, no se puede decir que Miami jugó bien en general pues su ofensiva y sus equipos especiales fueron un desastre.
Tal vez pueda rescatarse algo de su juego por tierra por donde alcanzaron las 193 yardas y anotaron el único touchdown en el cuarto parcial para irse arriba por primera y definitiva ocasión.
No fue solo que Jaylen Wright alcanzara las 86 yardas o que regresara Raheen Mostert con otras 80, sino también cómo el ataque le abrió camino para poder avanzar.
La pena fue que De’Von Achane no pudo retornar al juego al sufrir una conmoción cerebral en una jugada que debió ser sancionada y terminó con 18 yardas.
Pero Tyler Huntley, quien apunta a seguir como quarterback titular para el próximo partido el 20 de octubre ante los Colts de Indianápolis, no estuvo nada bien por mucho que el entrenador Mike McDaniel le respalde.
Huntley apenas completó 18 de sus 31 envíos, no tuvo ningún pase de TD, sufrió una intercepción y tres sacks para completar solo 194 yardas.
“Me siento bien como Huntley está jugando en este momento, me siento muy feliz con la forma en que maneja la ofensiva. Es mérito suyo”, expresó McDaniel.
“Me siento muy bien con la rapidez que desarrolla. Su actuación fue mejor, pero no tan buena como podría llegar a ser y espero que con la continuidad haya una mejora en ello”.
Tener al estelar wide receiver Tyreek Hill con apenas seis recepciones y 69 yardas es ridículo.
Lo mismo con Jaylen Waddle con cuatro 4 y 46, superado incluso con 5 y 62 por Jonnu Smith, el mejor del ejército de incapacitados tight ends de los Dolphins.
Para colmo los equipos especiales fallaron estrepitosamente y aquí la culpa es de todos.
Primero, el pateador Jason Sanders falló un gol de campo de menos de 50 yardas, aunque luego se repuso y anotó otros dos, uno de ellos de 54 yardas.
Después el punter Jake Bailey falló un despeje que generó un peligroso fumble.
En total Miami solo hizo 15 puntos por lo que el triunfo se lo debe a la unidad defensiva, que dejó a los Patriots con 10, pese al susto final.
Fue una gozada ver como todos se implicaron como bloque impidiendo el juego por tierra (160 yardas) y casi nada por aire (156), aunque a ello ayudara el mediocre desempeño ofensivo de New England.
El cornerback Jalen Ramsey fue un verdadero general, bien seguido por Kader Kohou y los safeties Marcus Maye y Jevon Holland, quien también resultó lesionado, junto a los linebackers Joryn Brooks y Emmanuel Ogbah, todos ellos líderes de esta línea defensiva que en verdad fue la que se llevó el triunfo.
Esta es la verdadera identidad del equipo.
De modo que nada de euforia ante un flojo rival como los Patriots, que demostró que de aquel equipo campeón no queda nada.
Si hay mucho trabajo por hacer para el juego del domingo 20 ante los Colts y tienen tiempo hasta para rezar por la vuelta de su estelar quarterback Tua Tagovailoa.
Capitán de un equipo de la NFL es arrestado por violencia y posesión de cocaína
Sí parece que hubo cierta mejoría en el juego por tierra con el regreso de Mostert y de Terron Armstead.
No tanto por el debut del wide receiver Odell Beckham Jr., quien pasó inédito por el campo.
Pese a haber perdido tres juegos, los Dolphins (2-3) todavía tienen opciones de ganar su división la cual lidera los Bills (3-2) y que tiene a los Jets (2-3) y a los Patriots (1-4).
Pero necesitan resolver sus problemas y vencer en el próximo encuentro a los Colts (2-3).
“Ganar un juego sucio que no es perfecto es un paso en la dirección correcta. Lo más importante para nosotros es seguir adelante y aprovechar el crecimiento del equipo”, comentó McDaniel.
“Tenemos un largo camino por recorrer y algo de tiempo para hacerlo, así que seguiremos cortando leña todos los días”.