Jayson Tatum fue baja por una tendinopatía, mientras que Jrue Holiday se perdía su tercer partido consecutivo por molestias en la rodilla. ¿Problemas para Boston? En absoluto.
Porque Kristaps Porzingis ha vuelto, y eso hace de los Celtics un oponente casi infranqueble cuando están al completo, y muy difícil de batir incluso cuando afrontan los partidos con una o dos bajas importantes.
Si es que tienen de todo
Porque a la hora de la verdad siguen teniendo de todo: un líder (Brown), un center moderno que se desenvuelve por toda la pista y clava taponazos como el que se llevó Tobias Harris en la primera acción del partido (Porzingis), un base férreo que no precisa de balón (White) e incluso un microondas fiable desde el banquillo (Pritchard).
A ellos sumamos jugadores sólidos de rotación como Horford (eterno) y Hauser (típico de la fábrica Spoelstra, aunque en este caso es obra de Brad Stevens), y te queda un menú del día al que cuesta ponerle pegas.
Talento… y experiencia de campeón
Ante Detroit Pistons, los Celtics salieron a arrollar para luego jugar con el marcador.
El primer cuarto se fueron 15 puntos arriba (24-39), y de ahí en adelante se preocuparon por mantener y gestionar dicha renta hasta el final. A los 54 puntos combinados entre Brown y Porzingis, respondieron Tobias Harris y Cade Cunningham con otros 54, así que neutralizado ‘el factor estrellas’ y con los Pistons embocando aro con facilidad (más del 50% en tiros de campo y también en triples), los de Massachusetts se hicieron fuertes desde el rebote, mantienendo el colchón a raiz de incrementar su cifra total de posesiones y lanzamientos.
Un buen cierre final de encuentro en el que anotaron 12 puntos consecutivos para un parcial de 18-4 abortó el cualquier conato de los Pistons de pelearles el triunfo (130-120 final). Y es que la veteranía empieza a ser un factor real en una plantilla que aúna lo mejor de la juventud con la experiencia.
Contando este triunfo, los Celtics suman nueve de los últimos diez para manterl el pulso y no perder la estela de los Cavaliers, que con tremendo mérito no rinden el liderazgo de la Conferencia Este. Pero los Celtics atacarán tan pronto huelan una sola gota de sangre.