Joan Laporta y la junta directiva del FC Barcelona no tienen intención de modificar la hoja de ruta establecida tras la resolución de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), que ratificó la no concesión de la licencia para inscribir a Dani Olmo y Pau Víctor. Esta postura se mantiene incluso ante el comunicado conjunto de las plataformas lideradas por Víctor Font (Sí al Futur) y Joan Camprubí (Som un clam), junto a otros ocho grupos de opinión cercanos al club, que exigen la dimisión de Laporta o, en su defecto, la convocatoria de una cuestión de confianza. Además, advierten de la posibilidad de activar un voto de censura si no se atienden estas peticiones.
Desde el club, la respuesta es clara: se seguirá el plan establecido, que incluye esperar a la decisión del Consejo Superior de Deportes (CSD) sobre el recurso presentado por el Barça para solicitar la inscripción cautelar de Olmo y Víctor. Según fuentes consultadas por Mundo Deportivo este domingo, el club prevé que dicha resolución podría llegar el miércoles 8 de enero como muy pronto. A partir de entonces, Laporta podría pronunciarse, probablemente durante su viaje con el equipo a Arabia Saudí, programado para mañana. Mientras tanto, se opta por no realizar declaraciones para evitar tensiones adicionales y no revelar la estrategia jurídica antes de tiempo. No obstante, queda claro que Laporta está descontento tanto con la decisión de la RFEF como con la presión ejercida por los grupos de oposición.
Desde la entidad azulgrana se subraya que estos grupos tienen plena libertad para expresarse y activar las iniciativas que consideren oportunas. Sin embargo, insisten en que este es un momento que requiere unidad y apoyo a la estrategia del club, en lugar de fomentar una mayor tensión. En este contexto, también se recuerda que Laporta ya afrontó un voto de censura en 2008, promovido por el socio Oriol Giralt. En aquella ocasión, el presidente llevó el proceso hasta el final y permaneció en el cargo, ya que los votos a favor de la censura no alcanzaron los dos tercios necesarios para forzar su dimisión y la de su junta directiva.